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Auge y caída de un imperio económico

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Auge y caída de un imperio económico

Con lecciones para las economías en desarrollo

Palgrave Macmillan,

15 min read
10 take-aways
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What's inside?

Los imperios económicos siembran las semillas de su propia destrucción.

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Clasificación editorial

6

Cualidades

  • Amplio
  • Visión general
  • Interesante

Reseña

Los imperios económicos, igual que sus contrapartes políticas o militares, tienden a sembrar las semillas de su propia destrucción una vez que alcanzan su nivel máximo. Desde esas grandes alturas, la arrogancia, el cambio de patrones de consumo, las expectativas sociales alteradas y, en última instancia, la reversión al gobierno para mantener en marcha el motor financiero, todos éstos predicen la caída inevitable. Eso afirma Colin Read, profesor de economía en la universidad estatal de Nueva York, en su ambicioso tratado sobre imperios económicos. Ofrece un recorrido exhaustivo, aunque desordenado, por la historia económica, a la vez que critica los problemas del imperio global. A pesar de que el texto es un reto en cuanto a densidad y extensión, y no ofrece grandes soluciones, es una sólida introducción para estudiantes de historia económica. getAbstract recomienda este libro sobre todo al público académico que cree que aquellos que ignoran la historia están condenados a repetirla.

Resumen

La hegemonía económica

Los imperios económicos ya no evolucionan a lo largo de muchas generaciones como lo era antes. En los últimos 100 años, EE.UU. desbancó al Reino Unido como la economía más grande del mundo y probablemente China muy pronto se lleve el primer lugar. La tecnología y la información aceleran el ritmo del cambio financiero moderno, pero las economías aún siguen ciclos innatos y obedecen a leyes naturales. Por ejemplo, los negocios empresariales ejemplifican la tesis de Charles Darwin sobre la supervivencia del más fuerte y enormes entidades caen por su propio peso de acuerdo con la “ley de rendimiento decreciente”. Todas las potencias económicas están sujetas a esta ley que establece que ninguna entidad puede crecer demasiado o ser demasiado dominante antes de caer presa de sus propias debilidades. EE.UU., que comenzó a dominar el comercio y las finanzas globales después de la Segunda Guerra Mundial, muestra signos de incipiente fragilidad económica, ejemplificados por la crisis financiera y la recesión del 2008. No se sabe cómo se adaptarán las economías mundiales al cambio, pero la historia ofrece útiles lecciones para el futuro.

En el principio...

Sobre el autor

Colin Read es profesor de economía en la Universidad Estatal de Nueva York en Plattsburgh.


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