Si de vez en cuando se despierta sudando frío debido a la pesadilla del examen final, aquella en la que llega tarde a una sala abarrotada, solo para descubrir que la prueba trata sobre un tema que nunca ha estudiado y, lo que es más, está desnudo, entonces el esclarecedor tratado de la consultora científica y escritora Ajdina Halilovic podría ponerle de nervios. Presenta pruebas contradictorias que sugieren que hacer un examen sobre un tema antes de haber aprendido algo sobre el tema favorece un aprendizaje más profundo. “Hacer un examen previo”, dice Halilovic, tiene el poder de despertar la curiosidad y la capacidad de memorización de los estudiantes.
Hacer una prueba previa sobre conocimientos que aún no ha aprendido puede parecer un ejercicio inútil, pero reporta numerosos beneficios.
Si un profesor le hiciera un examen sorpresa sobre un tema que la clase aún no ha tratado, podría considerarlo un ejercicio inútil. Después de todo, sin conocimientos sobre el tema, sus respuestas no serían más que conjeturas. Sin embargo, investigaciones sugieren que aplicar pruebas previas a los estudiantes sobre conocimientos que aún no han aprendido mejora significativamente su posterior aprendizaje del tema.
Los méritos de las pruebas –mejorar la memoria y profundizar el aprendizaje– están bien documentados, pero la mayoría de los estudios se centran en las pruebas realizadas después del aprendizaje. En la década de 1960, una investigación descubrió los beneficios de realizar una prueba antes de aprender, y esta idea aparentemente contraria ha ganado terreno en los últimos años.
Las pruebas previas aumentan la curiosidad, la concentración y la motivación de los estudiantes para aprender.
Los investigadores examinan el fenómeno de las pruebas previas...
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