Las promesas de los gigantes

Quienes ostentan autoridad o poder son gigantes en sus esferas de influencia.

Con seguridad usted es un gigante para alguien, especialmente si ocupa una posición de autoridad o poder. No reconocer o recordar su condición de gigante puede causar daños colaterales. Como gigante, cada acción que realiza o palabra que pronuncia se convierte en leña para el escrutinio de quienes desean su respeto, validación o admiración. Ese escrutinio aumenta en proporción al poder que usted ejerce.

La acumulación de pequeñas interacciones a lo largo del tiempo, más que en unos pocos momentos cruciales, afecta a otras personas positiva o negativamente. Como directivo, debe prestar atención a quienes le rodean con concentración e intención. No son engranajes de una máquina, sino seres humanos, cada uno con un conjunto único de necesidades y características. Cuando presta a las personas su atención y muestra compasión y reciprocidad emocional, se comprometen por completo con su trabajo, apoyan a sus compañeros de equipo, comparten el mérito y reconocen su responsabilidad.

Las siguientes “promesas” demuestran compromiso con su desarrollo personal ...