La inteligencia social es el estudio de las relaciones interpersonales a partir de la neurociencia. Se trata de un enfoque, más que de una ciencia, en la cual los datos duros y la investigación neuronal se dan la mano con el uso de pautas de comportamiento adecuadas para cada situación y contexto cultural. A través de nociones surgidas de la investigación científica y la psicología, es posible mejorar sus interacciones sociales para fortalecer su vida personal, así como sus relaciones laborales en general.
La inteligencia social permite adaptar la respuesta del cerebro a situaciones sociales.
El término “inteligencia social” fue propuesto por el psicólogo Edward Thorndike en 1920 para describir “la capacidad de comprender y manejar a los hombres y las mujeres”. Hoy día, investigadores como Daniel Goleman han propuesto definiciones de inteligencia social que no impliquen la manipulación del otro; por ello la ha definido como la capacidad de adaptación del cerebro humano a las situaciones sociales, especialmente las que resultan en emociones o situaciones negativas y cómo desactivarlas para sacar el mejor partido de estas. Se trata de saber cómo funcionan las relaciones, así como de comportarse de la mejor manera al participar en ellas. Incluye capacidades como la empatía y el interés por lo que les ocurre a otros.
Por otra parte, ni siquiera los psicólogos pueden diferenciar con absoluta claridad las habilidades sociales y las emocionales. No se trata de una falla por parte de los profesionales, sino de que los factores emocionales y sociales son indeferenciables cuando se trata del cerebro. Como afirma el psicólogo Richard Davidson de la...
Daniel Goleman es psicólogo y escritor, autor del best-seller internacional Inteligencia emocional, traducido a 30 idiomas.
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